“Edipo y yo”, producción 2010 de la Universidad Nacional del Litoral, que organiza el evento, abrió el martes la programación para dar paso a “Todo”, en la que Rafael Spregelburd trabaja sobre tres “fábulas morales”
Por Miguel Passarini (Publicado en El Ciudadano & la gente, en su edición en papel del jueves 3 de noviembre de 2011)
Apelando nuevamente a una programación en la que prevalece la calidad por encima de la cantidad, con la presentación de once espectáculos de diferentes puntos del país a lo largo de seis jornadas, el martes por la noche comenzó la 8ª edición del Festival Argentino de Teatro con dos funciones a sala llena en un día atípico para ir al teatro (al menos en Santa Fe), lo que confirma la consolidación del evento que año a año lleva adelante la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Luego de su exitoso recorrido por eventos de proyección nacional como la Fiesta Nacional del Teatro realizada en San Juan, o la reciente edición del Festival Internacional de Teatro del Mercosur que tuvo lugar en Córdoba, y previo a su desembarco en la cartelera porteña, Edipo y yo, producción 2010 de la Comedia de la UNL con dirección de Edgardo Dib, fue la encargada de abrir la programación. Basada en Edipo Rey, de Sófocles, con dramaturgia y dirección de Dib (reconocido creador santafesino radicado en Buenos Aires), la puesta muestra a la familia real integrada por Edipo, Yocasta y sus cuatro hijos. Sin embargo, los protagonistas son seis hombres (los talentosos actores Sergio Abbate, Guillermo Frick, Raúl Kreig, Claudio Paz, Marcelo Souza, Rubén Von Der Thusen) que, por momentos distanciados del conflicto, juegan a armar y desarmar la tragedia para correrla todo el tiempo a un registro de comedia.
De este modo, un coro de hombres se presenta ante el público apelando a un play back de una ópera. Son hombres de traje y corbata, son actores que van a representar Edipo Rey de una manera inusual, ingeniosa e irreverente. Son, ante todo, grandes actores que revelan el artificio: una estrategia urdida por el director para contar una tragedia conocida de un modo desconocido, quizás apelando al axioma que asegura que si la tragedia se repite una y otra vez, esa misma repetición deriva en una parodia.
Tal como pasó en 2010 con Edipo y yo, el domingo por la noche, se conocerá la nueva producción de la Comedia de la UNL. Se trata de La penúltima oportunidad, con dramaturgia y dirección del santafesino Rafael Bruza, uno de los creadores del histórico Grupo Teatro Llanura junto con Jorge Ricci, que cuenta con las actuaciones de las talentosas actrices santafesinas Cristina Pagnanelli y Silvana Montemurri.
“Todo” acerca del sujeto
Todo, trabajo con dramaturgia y dirección del creador porteño Rafael Spregelburd al frente de la compañía El Patrón Vázquez, fue la obra elegida para cerrar la primera jornada del Argentino en la histórica sala mayor del Teatro Municipal 1º de Mayo.
Apelando a un registro de actuación puro, en el que prevalece cierta búsqueda del naturalismo al que la escena porteña parece querer regresar después de muchos años en los que el sentido estuvo puesto por fuera de lo narrativo, Spregelburd, que también trae aquí su elogiado espectáculo Apátrida. Doscientos años y unos meses, trabaja a partir de lo que él mismo llama “tres fábulas morales, pero con moraleja incierta”, a través de las cuales se pregunta: “¿Por qué todo Estado deviene burocracia?, ¿Por qué todo arte deviene negocio? y ¿Por qué toda religión deviene superstición?”, interrogantes sobre los cuales arma una trama que devela cierta cotidianeidad y a través de la cual “cruza” personajes y situaciones que parecieran construir un hilo dramático unificador.
En la primera de las fábulas, un grupo de burocratizados empleados públicos ironizan sobre el vacío que los rodea al tiempo que deciden desmantelar y quemar la oficina en la que trabajan, un lugar que está claramente alejado de toda posible trascendencia. Tras cartón, los vicios de lo público de algunos de esos personajes pasarán a una instancia más íntima en la que mostrarán lo que sucede en una Nochebuena con los integrantes de una familia en la que el festejo ha perdido el sentido, del mismo modo que el valor de un supuesto arte.
Para cerrar, otra instancia privada, esta vez la de una familia, mostrará en una noche de tormenta en la que un niño se enferma, cómo el fanatismo y la religión pueden deformar lo real hasta llevarlo a una instancia en la que lo místico se vuelve algo peligroso.
Los talentosos Andrea Garrote, Mónica Raiola, Pablo Seijo, Alberto Suárez y el propio Spregelburd, son los encargados de ponerle el cuerpo a esta singular galería de personajes que a lo largo de dos horas conjugan las variables de un trabajo en el que el director, tomando como disparador el concepto que sostiene que la historia es un “proceso sin sujeto”, se pregunta qué hacen los sujetos con su historia personal.
Más allá de su muy buena performance en la cartelera porteña, Todo se presentó en varios de los festivales europeos más importantes de la escena mundial: FIND IX, de Schaubühne (Berlín, 2009); Transteatral de Praga (2009) y Festival MAD, en el teatro Quirino de Roma (2010).
Gracias, Miguel, por estar siempre presente y por apoyar nuestro trabajo. Un abrazo grande, Edgardo.
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