David Edery dirige “Sacco y Vanzetti”, la pieza teatral escrita por el dramaturgo porteño Mauricio Kartun
Nota publicada por El Ciudadano &la gente el sábado 10 de abril
Por Miguel Passarini
“Me queda decir que nunca he cometido ningún crimen, sólo algunos pecados. Perdono a los que me han hecho mal. «Gracie a tutti che mi hanno aiutato. Sonno innocente. Buona sera, signori. Viva l’anarchia!»”, dice conmovido, sobre el final del maravilloso texto de Mauricio Kartun, Bartolomeo Vanzetti. Antes, un largo proceso muestra las arbitrariedades de la justicia y confirma que un hecho acontecido en la década del 20 del siglo pasado en los Estados Unidos, resuena hoy con una virulencia inusitada.
Nota publicada por El Ciudadano &la gente el sábado 10 de abril
Por Miguel Passarini
“Me queda decir que nunca he cometido ningún crimen, sólo algunos pecados. Perdono a los que me han hecho mal. «Gracie a tutti che mi hanno aiutato. Sonno innocente. Buona sera, signori. Viva l’anarchia!»”, dice conmovido, sobre el final del maravilloso texto de Mauricio Kartun, Bartolomeo Vanzetti. Antes, un largo proceso muestra las arbitrariedades de la justicia y confirma que un hecho acontecido en la década del 20 del siglo pasado en los Estados Unidos, resuena hoy con una virulencia inusitada.
Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, un zapatero y un vendedor de pescado, fueron dos obreros italianos inmigrantes en los Estados Unidos que llegaron a ese país poco después de la Primera Guerra Mundial. Libertarios y luchadores por la igualdad, fueron dos anarquistas que entraron en la historia por la puerta grande, aunque les costó a vida: fueron detenidos, se los acusó de un atentado sin ninguna prueba, les terminaron imputando dos asesinatos que no cometieron, y siendo inocentes murieron en la silla eléctrica en 1927.
En los años 90, el dramaturgo Mauricio Kartun, verdadero revisionista y uno de los autores iluminados de su generación, escribió una imprescindible versión de los hechos que se conoce como Sacco y Vanzetti, y que esta noche, a las 21.30, con dirección de David Edery (ganador en 2009 del premio Podestá), se conocerá en La Comedia (Mitre y Ricardone), en lo que se revela, por varios motivos, como uno de los acontecimientos teatrales del año. Por un lado, porque el teatro, que siempre es un hecho político, lo es más aún cuando aquello que se relata tiene un sustento real. Y por otro, porque la obra reúne a un elenco de grandes actores locales, algunos de ellos referentes de la generación del 50 y 60. Sacco y Vanzetti cuenta con un elenco de actores de gran trayectoria encabezado por Pablo Coppa y Miguel Franchi (Sacco y Vanzetti, respectivamente), a quienes acompañan Liliana Belinsky, Patricia Pareja, Roberto Chanampa, Carlos Soto Paiva, Eduardo Vercelli, Sergio Garfinkel, Raúl Santángelo, Gloria Bussano, Raúl Luna Tubio y Miguel Chiaudano, con la asistencia de dirección de Rubén Deninno, escenografía de Jorge Nieto, vestuario de Ramiro Sorrequieta, música de Roberto Ceballos y voz en off de Alfredo Anémona.
“Estamos expectantes por el elenco, el autor, el director y por el teatro en el que vamos a estrenar, La Comedia, una sala muy querida por la gente. También es una historia muy movilizante la que estamos contando, porque quien no la conoce a través de la película homónima (rodada por Giuliano Montaldo en 1971), tiene al menos algún conocimiento de los hechos históricos y de lo que pasó concretamente con estos dos militantes anarquistas”, relató a El Ciudadano Miguel Franchi.
“Es un texto muy importante –completó David Edery– y una historia no recordada por las nuevas generaciones. El texto de Mauricio Kartun trajo al presente, desde los 90, la historia, incluso para aquellos que no vieron la película. Él construye una dramaturgia muy inteligente a partir del juicio y la condena de estos dos italianos acusados de anarquistas en los Estados Unidos, y toma la historia de estos dos militantes para poner en boca de esos personajes de 1920 lo que realmente está pasando ahora en el país. La obra denuncia la corrupción de la justicia, su connivencia con los gobiernos de turno, las mafias, la condena de los que piensan diferente, la xenofobia. Me pasó que, cuando leí la obra, creí estar leyendo el diario de ayer, eso es muy impresionante”.
Respecto del recorrido que hizo el proyecto, ganador de Coproducciones municipales 2009, que se presenta con el auspicio del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia, relató Franchi: “El 1º de mayo del año pasado armé una puesta en escena en homenaje a los trabajadores que se hizo en La Comedia. Así llegó a mis manos el texto de Kartun, en ese momento los textos los hicieron David (Edery) y Paco Gómez. Poco tiempo después, los actores del Colectivo Teatral Siete Locos, deciden empezar a ensayar algo, le piden a David que los dirija, y este texto estaba allí, como esperando. De este modo se completó el elenco, después ganamos Coproducciones, y así se armó todo”.
Por otro lado, el director opinó acerca de los distintos registros de actuación que conviven en la obra: “Trabajé con un planteo de puesta y de una estética de actuación que está en relación con lo que cuenta la obra. Primero armé con lo que proponían los actores y allí tracé, de algún modo, dos andariveles dentro de los cuales pudimos movernos para que la cosa no pierda registro, más allá de que después uno ponga el ojo en la «filigrana». También, en el camino, fuimos cambiando cosas porque yo no soy un director de hierro. Antes, teníamos planteada una escenografía que era muy grande, y luego de la pasada de algunas escenas que hicimos en La Comedia, me di cuenta de que no era necesaria, que todo está en el texto y en los actores ¿Para qué poner cosas que distraigan? Viéndolos, tuve la sensación de que flotaban en el escenario y que, al mismo tiempo, se revalorizaba muchísimo la palabra, la acción de la palabra”.
Respecto de este tema, Franchi explicó: “Es muy bueno el resultado de lo que fue ensamblando David a partir de los diferentes registros o modos de actuación que aportó cada uno por pertenecer a épocas distintas del teatro. En algunos casos, se trata de colegas que si bien seguían vinculados al teatro, hacía tiempo que no actuaban. Y además es un placer compartir el escenario con todos, es un gusto trabajar con Pablo Coppa (Almas fatales), un actor de otra formación. Con él armamos un dúo que sentimos potente, de mucha química en escena”.
Siendo Franchi un artista comprometido desde el teatro con causas políticas, al reconocer que el escenario puede volverse un bastión de resistencia cultural, el actor habló de los lugares en los que la historia resuena hoy. Incluso, destacó que uno de los casos más emblemáticos quizás sea el asesinato de los militantes Kosteki y Santillán, acontecido en 2001. “Tengo 57 años y vi en los 70 películas como Z, Estado de sitio (Costa Gavras) y la misma Sacco y Vanzetti, del mismo modo que Woodstock o la inolvidable Zabriskie Point (de Antonioni). Los que vimos esas películas siendo muy jóvenes, tenemos una marca, y en particular con Sacco y Vanzetti, que al verla te ponía las pilas, porque por esos años pensábamos que teníamos que hacer de nuestras vidas algo transformador. Vos nombraste antes a Kosteki y Santillan, y mi personaje tiene un texto en el que dice: «Cuando todo esto sea el oscuro recuerdo de un pasado...», refiriéndose a las primeras décadas del siglo XX. Si mirás a tu alrededor, todos los días sigue habiendo mártires como ellos, miles de personas anónimas que sufren de persecución política, discriminación, que tienen ante sí, y como denominador común, al capitalismo como sistema. Es conmovedor que en la época de Sacco y Vanzetti los trabajadores estaban afiliados a un sindicato mundial, y daban una pelea que debió servirnos como ejemplo. Viendo todo aquello y haciendo hoy el personaje, no me queda más que pensar que todo tiempo futuro será mejor”.
En los años 90, el dramaturgo Mauricio Kartun, verdadero revisionista y uno de los autores iluminados de su generación, escribió una imprescindible versión de los hechos que se conoce como Sacco y Vanzetti, y que esta noche, a las 21.30, con dirección de David Edery (ganador en 2009 del premio Podestá), se conocerá en La Comedia (Mitre y Ricardone), en lo que se revela, por varios motivos, como uno de los acontecimientos teatrales del año. Por un lado, porque el teatro, que siempre es un hecho político, lo es más aún cuando aquello que se relata tiene un sustento real. Y por otro, porque la obra reúne a un elenco de grandes actores locales, algunos de ellos referentes de la generación del 50 y 60. Sacco y Vanzetti cuenta con un elenco de actores de gran trayectoria encabezado por Pablo Coppa y Miguel Franchi (Sacco y Vanzetti, respectivamente), a quienes acompañan Liliana Belinsky, Patricia Pareja, Roberto Chanampa, Carlos Soto Paiva, Eduardo Vercelli, Sergio Garfinkel, Raúl Santángelo, Gloria Bussano, Raúl Luna Tubio y Miguel Chiaudano, con la asistencia de dirección de Rubén Deninno, escenografía de Jorge Nieto, vestuario de Ramiro Sorrequieta, música de Roberto Ceballos y voz en off de Alfredo Anémona.
“Estamos expectantes por el elenco, el autor, el director y por el teatro en el que vamos a estrenar, La Comedia, una sala muy querida por la gente. También es una historia muy movilizante la que estamos contando, porque quien no la conoce a través de la película homónima (rodada por Giuliano Montaldo en 1971), tiene al menos algún conocimiento de los hechos históricos y de lo que pasó concretamente con estos dos militantes anarquistas”, relató a El Ciudadano Miguel Franchi.
“Es un texto muy importante –completó David Edery– y una historia no recordada por las nuevas generaciones. El texto de Mauricio Kartun trajo al presente, desde los 90, la historia, incluso para aquellos que no vieron la película. Él construye una dramaturgia muy inteligente a partir del juicio y la condena de estos dos italianos acusados de anarquistas en los Estados Unidos, y toma la historia de estos dos militantes para poner en boca de esos personajes de 1920 lo que realmente está pasando ahora en el país. La obra denuncia la corrupción de la justicia, su connivencia con los gobiernos de turno, las mafias, la condena de los que piensan diferente, la xenofobia. Me pasó que, cuando leí la obra, creí estar leyendo el diario de ayer, eso es muy impresionante”.
Respecto del recorrido que hizo el proyecto, ganador de Coproducciones municipales 2009, que se presenta con el auspicio del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia, relató Franchi: “El 1º de mayo del año pasado armé una puesta en escena en homenaje a los trabajadores que se hizo en La Comedia. Así llegó a mis manos el texto de Kartun, en ese momento los textos los hicieron David (Edery) y Paco Gómez. Poco tiempo después, los actores del Colectivo Teatral Siete Locos, deciden empezar a ensayar algo, le piden a David que los dirija, y este texto estaba allí, como esperando. De este modo se completó el elenco, después ganamos Coproducciones, y así se armó todo”.
Por otro lado, el director opinó acerca de los distintos registros de actuación que conviven en la obra: “Trabajé con un planteo de puesta y de una estética de actuación que está en relación con lo que cuenta la obra. Primero armé con lo que proponían los actores y allí tracé, de algún modo, dos andariveles dentro de los cuales pudimos movernos para que la cosa no pierda registro, más allá de que después uno ponga el ojo en la «filigrana». También, en el camino, fuimos cambiando cosas porque yo no soy un director de hierro. Antes, teníamos planteada una escenografía que era muy grande, y luego de la pasada de algunas escenas que hicimos en La Comedia, me di cuenta de que no era necesaria, que todo está en el texto y en los actores ¿Para qué poner cosas que distraigan? Viéndolos, tuve la sensación de que flotaban en el escenario y que, al mismo tiempo, se revalorizaba muchísimo la palabra, la acción de la palabra”.
Respecto de este tema, Franchi explicó: “Es muy bueno el resultado de lo que fue ensamblando David a partir de los diferentes registros o modos de actuación que aportó cada uno por pertenecer a épocas distintas del teatro. En algunos casos, se trata de colegas que si bien seguían vinculados al teatro, hacía tiempo que no actuaban. Y además es un placer compartir el escenario con todos, es un gusto trabajar con Pablo Coppa (Almas fatales), un actor de otra formación. Con él armamos un dúo que sentimos potente, de mucha química en escena”.
Siendo Franchi un artista comprometido desde el teatro con causas políticas, al reconocer que el escenario puede volverse un bastión de resistencia cultural, el actor habló de los lugares en los que la historia resuena hoy. Incluso, destacó que uno de los casos más emblemáticos quizás sea el asesinato de los militantes Kosteki y Santillán, acontecido en 2001. “Tengo 57 años y vi en los 70 películas como Z, Estado de sitio (Costa Gavras) y la misma Sacco y Vanzetti, del mismo modo que Woodstock o la inolvidable Zabriskie Point (de Antonioni). Los que vimos esas películas siendo muy jóvenes, tenemos una marca, y en particular con Sacco y Vanzetti, que al verla te ponía las pilas, porque por esos años pensábamos que teníamos que hacer de nuestras vidas algo transformador. Vos nombraste antes a Kosteki y Santillan, y mi personaje tiene un texto en el que dice: «Cuando todo esto sea el oscuro recuerdo de un pasado...», refiriéndose a las primeras décadas del siglo XX. Si mirás a tu alrededor, todos los días sigue habiendo mártires como ellos, miles de personas anónimas que sufren de persecución política, discriminación, que tienen ante sí, y como denominador común, al capitalismo como sistema. Es conmovedor que en la época de Sacco y Vanzetti los trabajadores estaban afiliados a un sindicato mundial, y daban una pelea que debió servirnos como ejemplo. Viendo todo aquello y haciendo hoy el personaje, no me queda más que pensar que todo tiempo futuro será mejor”.
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