ESTRENO TEATRO. Esta noche y mañana, a partir de las 21.30, en la sala Lavardén de Sarmiento y Mendoza, el talentoso director teatral porteño José María Muscari presenta “Feizbuk stars”, una puesta musical con ribetes de performance que propone una mirada impiadosa a los entretelones de las redes sociales
Por Miguel Passarini (Publicado en El Ciudadano & la gente, en su edición en papel del viernes 11 de marzo)
La popularidad le llegó de la mano del teatro independiente, lo que no es poco tratándose de un arte efímero y poco difundido en los medios masivos. Sin embargo, su irrupción mediática hizo en el último tiempo que mucha gente que jamás se hubiese acercado a ver algunas de sus polémicas e interesantes puestas teatrales (Grasa, Shangay, Cotillón, Dame morbo, entre otras) le dé un voto de confianza, para luego terminar fascinados con su osadía, incorrección política, desenfado e ingenio. Sucede que el actor y director teatral porteño José María Muscari se granjeó, a fuera de trabajo, un lugar en el medio artístico argentino que, del mismo modo que le permite hoy poner una obra en el Teatro San Martín, le da un espacio en las rutilantes marquesinas de la calle Corrientes con propuestas comerciales, o le abre las puertas de la televisión más mediatizada.
Es así como la relatividad de la fama ha sido tema de interés para Muscari, quien llega a la ciudad con una de sus últimas propuestas, Feizbuk, estrenada el año pasado en Ciudad Cultural Konex, de la que, en diferentes órdenes temáticos y de género, participaron en total 49 intérpretes (se conocieron como Feizbuk freaks, teens, stars, hot, tours, sex y míticos).
Feizbuk stars, con las interpretaciones de Federico Ayos, Luis Bremer, Mariana Brey, Valeria Britos, Osvaldo Guidi, Señorita Lee y Jezabel Yacuzzi, se podrá ver esta noche y mañana, a las 21.30, en la sala Lavardén (Sarmiento y Mendoza).
Se trata de una propuesta teatral con ribetes de performance (el “aquí y ahora” está presente en todo el planteo más allá de su estructura) que, como cuenta su director, tiene al número 7 como elemento fundante, un número que en algunas religiones es considerado sagrado y que para muchos entendidos en numerología representa la magia y la fascinación.
De este modo, en el proyecto Feizbuk, son siete elencos integrados por siete actores cada uno, “que durante siete días y a partir de un mismo texto y dispositivo escénico, con un proceso de trabajo que demandó siete semanas, dieron como resultado una obra cuyo título está compuesto por siete letras”, tal como cuenta Muscari en su blog, donde aclara que Feizbuk “es un espectáculo conceptual”.
“Es un espectáculo que estuvo en cartel con mucho éxito, y de alguna manera es una reflexión sobre la nueva era virtual y las relaciones a partir de esta nueva era virtual, todo pensado desde de la red social más grande del mundo que es Facebook. En realidad, es un espectáculo que a modo de videoclip, coreografías y una dramaturgia muy dinámica, con siete personajes en escena, genera una gran identificación en el público. Creo que en ese reflejo que la gente ve en escena de su propia realidad radica el éxito de esta propuesta”, relató Muscari.
El director habló de otra de las claves del éxito: “Un aspecto a tener en cuenta es que se trata de un mismo texto interpretado por diferentes elencos: el público podía ver siete versiones de una misma obra, más allá de que en Rosario lo que se verá es Feizbuk stars. De todos modos, se trató de un trabajo arduo, porque en los meses previos al estreno era como ensayar siete obras a la vez, con 49 personas”.
Respecto de la categoría de “stars” que acreditan los personajes de la obra, que van desde los periodistas de espectáculos Luis Bremer y Mariana Brey, a los actores Valeria Britos, Osvaldo Guidi y Federico Ayos, hasta la otrora secretaria de Héctor Larrea en Seis para triunfar, la Señorita Lee, y Jezabel Yacuzzi, la morocha que ofrece el aparato para endurecer el abdomen en diferentes programas de tevé, el director explicó: “En realidad, el espectáculo reflexiona sobre lo
que significa ser «star», y es en cierto modo una ironía sobre lo que es la fama de cabotaje, porque los personajes de la obra son familiares al público, estuvieron o están en televisión, aparecieron en alguna revista, son familiares de algún famoso o bien portaron la fama en algún momento; pero en principio, el texto plantea una mirada mordaz sobre lo que significa pertenecer o dejar de pertenecer, y todo lo que cada uno es capaz de hacer dentro de la red para ganarse un lugar. El espectáculo, y en particular este elenco, sirve para ver claramente cómo la fama opera desde lugares muy singulares”.
El director, que en Escoria también trabajó con personajes de la televisión algo olvidados por la propia ingratitud del medio, expresó: “Si bien aparecía la problemática, en Escoria hay una mirada más dolorosa y dramática de lo que pasó con esos personajes. En cambio en Feizbuk prevalece el humor: es una comedia de la nueva era, porque nos habla de cosas que nos pasan a todos con la red, en el contexto de una puesta totalmente moderna donde además de actuar los protagonistas bailan y cantan, y hay un octavo personaje que es una actriz que maneja una computadora en escena y todo el tiempo aporta información al espectáculo a partir del Facebook real. Ése es otro de los aspectos que mantiene vivo al espectáculo, que fue creado para ser representado por siete semanas y terminó estando seis meses en cartel”.
Respecto de la dualidad de un mundo en el que, extrañamente, las redes sociales al mismo tiempo que acercan distancian en función de las relaciones interpersonales, Muscari expresó: “Alejan, pero acercan otras cosas, porque las redes sociales te contactan con personas que de otro modo no podrías encontrarte. Pero, de hecho, el espectáculo es impiadoso respecto de la era virtual, algo con lo que el público entabla una gran complicidad. El mayor lugar de identificación del espectador tiene que ver con esa impiedad; en ese sentido, es un espectáculo muy crítico”.
Finalmente, el actor y director explicó por qué, teniendo un lugar importante en el ámbito teatral, aceptó integrar el elenco de la inminente edición 2011 de “Bailando por un sueño” que desde abril se verá dentro del ciclo de El Trece ShowMatch: “Cuando me convocaron, me pareció que estaba bueno plantear una idea personal; yo pedí que quería bailar con otro hombre y aceptaron. Será la primera pareja a nivel mundial del formato integrada por dos hombres, dado que en Israel hubo una integrada por dos mujeres, pero convengamos que dos mujeres bailando juntas entran perfectamente dentro del imaginario machista y heterosexual; entonces me pareció que hacerlo era en sí mismo un gran desafío, algo que siempre me genera interés, y que además, el hecho de estar, me va a permitir que el gran público sepa quién es José María Muscari. Por ejemplo: me va a servir para promocionar la reposición de Shangay, espectáculo que yo protagonizo, del mismo modo que el estreno de 8 mujeres, espectáculo basado en la película francesa (dirigida por François Ozon). Estar allí me va a servir además para pararme en un lugar de mucha exposición, de mucha polémica, desde el cual trataré de demostrar que en televisión también hay gente que trabaja y no sólo personajes que hacen escándalos".
Por Miguel Passarini (Publicado en El Ciudadano & la gente, en su edición en papel del viernes 11 de marzo)
La popularidad le llegó de la mano del teatro independiente, lo que no es poco tratándose de un arte efímero y poco difundido en los medios masivos. Sin embargo, su irrupción mediática hizo en el último tiempo que mucha gente que jamás se hubiese acercado a ver algunas de sus polémicas e interesantes puestas teatrales (Grasa, Shangay, Cotillón, Dame morbo, entre otras) le dé un voto de confianza, para luego terminar fascinados con su osadía, incorrección política, desenfado e ingenio. Sucede que el actor y director teatral porteño José María Muscari se granjeó, a fuera de trabajo, un lugar en el medio artístico argentino que, del mismo modo que le permite hoy poner una obra en el Teatro San Martín, le da un espacio en las rutilantes marquesinas de la calle Corrientes con propuestas comerciales, o le abre las puertas de la televisión más mediatizada.
Es así como la relatividad de la fama ha sido tema de interés para Muscari, quien llega a la ciudad con una de sus últimas propuestas, Feizbuk, estrenada el año pasado en Ciudad Cultural Konex, de la que, en diferentes órdenes temáticos y de género, participaron en total 49 intérpretes (se conocieron como Feizbuk freaks, teens, stars, hot, tours, sex y míticos).
Feizbuk stars, con las interpretaciones de Federico Ayos, Luis Bremer, Mariana Brey, Valeria Britos, Osvaldo Guidi, Señorita Lee y Jezabel Yacuzzi, se podrá ver esta noche y mañana, a las 21.30, en la sala Lavardén (Sarmiento y Mendoza).
Se trata de una propuesta teatral con ribetes de performance (el “aquí y ahora” está presente en todo el planteo más allá de su estructura) que, como cuenta su director, tiene al número 7 como elemento fundante, un número que en algunas religiones es considerado sagrado y que para muchos entendidos en numerología representa la magia y la fascinación.
De este modo, en el proyecto Feizbuk, son siete elencos integrados por siete actores cada uno, “que durante siete días y a partir de un mismo texto y dispositivo escénico, con un proceso de trabajo que demandó siete semanas, dieron como resultado una obra cuyo título está compuesto por siete letras”, tal como cuenta Muscari en su blog, donde aclara que Feizbuk “es un espectáculo conceptual”.
“Es un espectáculo que estuvo en cartel con mucho éxito, y de alguna manera es una reflexión sobre la nueva era virtual y las relaciones a partir de esta nueva era virtual, todo pensado desde de la red social más grande del mundo que es Facebook. En realidad, es un espectáculo que a modo de videoclip, coreografías y una dramaturgia muy dinámica, con siete personajes en escena, genera una gran identificación en el público. Creo que en ese reflejo que la gente ve en escena de su propia realidad radica el éxito de esta propuesta”, relató Muscari.
El director habló de otra de las claves del éxito: “Un aspecto a tener en cuenta es que se trata de un mismo texto interpretado por diferentes elencos: el público podía ver siete versiones de una misma obra, más allá de que en Rosario lo que se verá es Feizbuk stars. De todos modos, se trató de un trabajo arduo, porque en los meses previos al estreno era como ensayar siete obras a la vez, con 49 personas”.
Respecto de la categoría de “stars” que acreditan los personajes de la obra, que van desde los periodistas de espectáculos Luis Bremer y Mariana Brey, a los actores Valeria Britos, Osvaldo Guidi y Federico Ayos, hasta la otrora secretaria de Héctor Larrea en Seis para triunfar, la Señorita Lee, y Jezabel Yacuzzi, la morocha que ofrece el aparato para endurecer el abdomen en diferentes programas de tevé, el director explicó: “En realidad, el espectáculo reflexiona sobre lo
que significa ser «star», y es en cierto modo una ironía sobre lo que es la fama de cabotaje, porque los personajes de la obra son familiares al público, estuvieron o están en televisión, aparecieron en alguna revista, son familiares de algún famoso o bien portaron la fama en algún momento; pero en principio, el texto plantea una mirada mordaz sobre lo que significa pertenecer o dejar de pertenecer, y todo lo que cada uno es capaz de hacer dentro de la red para ganarse un lugar. El espectáculo, y en particular este elenco, sirve para ver claramente cómo la fama opera desde lugares muy singulares”.
El director, que en Escoria también trabajó con personajes de la televisión algo olvidados por la propia ingratitud del medio, expresó: “Si bien aparecía la problemática, en Escoria hay una mirada más dolorosa y dramática de lo que pasó con esos personajes. En cambio en Feizbuk prevalece el humor: es una comedia de la nueva era, porque nos habla de cosas que nos pasan a todos con la red, en el contexto de una puesta totalmente moderna donde además de actuar los protagonistas bailan y cantan, y hay un octavo personaje que es una actriz que maneja una computadora en escena y todo el tiempo aporta información al espectáculo a partir del Facebook real. Ése es otro de los aspectos que mantiene vivo al espectáculo, que fue creado para ser representado por siete semanas y terminó estando seis meses en cartel”.
Respecto de la dualidad de un mundo en el que, extrañamente, las redes sociales al mismo tiempo que acercan distancian en función de las relaciones interpersonales, Muscari expresó: “Alejan, pero acercan otras cosas, porque las redes sociales te contactan con personas que de otro modo no podrías encontrarte. Pero, de hecho, el espectáculo es impiadoso respecto de la era virtual, algo con lo que el público entabla una gran complicidad. El mayor lugar de identificación del espectador tiene que ver con esa impiedad; en ese sentido, es un espectáculo muy crítico”.
Finalmente, el actor y director explicó por qué, teniendo un lugar importante en el ámbito teatral, aceptó integrar el elenco de la inminente edición 2011 de “Bailando por un sueño” que desde abril se verá dentro del ciclo de El Trece ShowMatch: “Cuando me convocaron, me pareció que estaba bueno plantear una idea personal; yo pedí que quería bailar con otro hombre y aceptaron. Será la primera pareja a nivel mundial del formato integrada por dos hombres, dado que en Israel hubo una integrada por dos mujeres, pero convengamos que dos mujeres bailando juntas entran perfectamente dentro del imaginario machista y heterosexual; entonces me pareció que hacerlo era en sí mismo un gran desafío, algo que siempre me genera interés, y que además, el hecho de estar, me va a permitir que el gran público sepa quién es José María Muscari. Por ejemplo: me va a servir para promocionar la reposición de Shangay, espectáculo que yo protagonizo, del mismo modo que el estreno de 8 mujeres, espectáculo basado en la película francesa (dirigida por François Ozon). Estar allí me va a servir además para pararme en un lugar de mucha exposición, de mucha polémica, desde el cual trataré de demostrar que en televisión también hay gente que trabaja y no sólo personajes que hacen escándalos".
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