“Para nosotros, los del teatro, es importante regresar a Shakespeare por un momento. Después, volver a hacer nuestras propias cosas dándonos cuenta de que nada de lo que podamos hacer podrá llegar a ser tan bueno. Este sentido de la perspectiva no es desalentador, es una inspiración”.



Peter Brook




viernes, 16 de agosto de 2013

El escenario se tiñe del Negro

Arranca hoy una nueva edición de Cuatro Cuartetos, que bajo el genérico “Puro Fontanarrosa” agrupa cuatro monólogos basados en cuentos y relatos del genial humorista gráfico y escritor rosarino, que involucran a doce talentosos artistas locales.

Un equipo de doce talentosos artistas rosarinos dispuestos a dar vida a las criaturas del querido Negro Fontanarrosa.
Un equipo de doce talentosos artistas rosarinos dispuestos a dar vida a las criaturas del querido Negro Fontanarrosa.



Por Miguel Passarini (Publicado en El Ciudadano & la gente, en su edición en papel del viernes 16 de agosto)
Instalado en la agenda local como uno de los eventos teatrales más atractivos de cada año, tras su postergación de la semana pasada por el duelo decretado a partir de la tragedia de calle Salta, se conocerá esta noche, a las 21, en La Comedia (Mitre y Ricardone, donde repetirá los viernes 23 y 30, con una entrada general de 40 pesos), la versión 2013 de Cuatro Cuartetos, esta vez dedicada a textos y personajes del escritor y dibujante rosarino Roberto Fontanarrosa.
Con producción del teatro La Comedia, el proyecto convoca a artistas rosarinos de distintas disciplinas con el objetivo de abordar desde la investigación un tema específico. El formato consiste en cuatro monólogos, articulados y sucesivos, que conforman un espectáculo de una hora de duración.
Este año, el eje son los textos del Negro Fontanarrosa, artista rosarino nacido en 1944, y gran referente de la cultura popular y de la idiosincrasia rosarina. Puro Fontanarrosa, tal el nombre de los Cuartetos 2013, apunta a destacar la faceta de gran escritor de cuentos y relatos, con una poética costumbrista pero de inusual profundidad.
De este modo, el proyecto agrupa los monólogos “Yo fui amante del Yeti”, con la actuación de Celeste Campos, música de Vivi Strano y dirección de Gladys Temporelli; “Te digo más”, con la actuación de Juan Pablo Cabral, música de Homero Chiavarino y dirección de Liliana Gioia; “Rodajas de mí”, con la actuación de Silvina Santandrea, música de Franco Fontanarrosa y dirección de Adrián Giampani, y “Qué lástima Cattamarancio”, con la actuación de Manuel Baella, música de Juan Iriarte y dirección de Mario Vidoletti.
“Es un formato maravilloso porque plantea la idea de poner en escena actores y músicos, lo que en principio ya es un desafío en sí mismo. Y ni hablar en este caso, con este humorista genio que es Fontanarrosa, que genera momentos verdaderamente deliciosos con sus personajes e historias”, contó la directora Liliana Gioia que –reconoció–, más allá de la suspensión del estreno de la semana pasada, “aún la penuria y el dolor están latentes entre todos nosotros”.
“Me parece sumamente interesante que, desde el teatro, intentemos acercarnos cada vez a públicos más numerosos, y Fontanarrosa es un puerta de entrada maravillosa, porque su obra es popular y al mismo tiempo de un enorme valor literario”, detalló Gioia, actriz, directora, docente y reconocida capocómica local, para quien “tomar a esta figura no sólo querida sino muy necesaria para todos nosotros es un gran acierto, porque en los textos y personajes del Negro está Rosario, su gente, su querido bar El Cairo; de algún modo, siento que es un artista que lo reúne todo: es escritor, dibujante maravilloso, ha hecho grandes libros, y tiene ese humor que nos hace tanto bien, diría ideal para un momento como el que estamos atravesando todos los rosarinos”.
La directora también destacó la importancia de juntar en un mismo espacio de creación a actores de diferentes formaciones y generaciones: “Nos hemos nutrido todos del trabajo y de las ideas de cada uno de nosotros; es muy placentero trabajar con artistas que están dispuestos a sumar, gente con inteligencia e intuición, compañeros queridos, gente con diferentes lugares de reconocimiento en el medio, es decir más o menos conocidos, pero todos apostando a lo mismo; eso no pasa todos los días. A tal punto, que en el proceso de trabajo tuvimos que cortar mucho los materiales para llegar a los 15 o 20 minutos pedidos”. Y concluyó: “Con este proyecto confirmo que en los cruces generacionales es donde se producen los grandes aprendizajes”

Las claves del humor
Me tocó el cuento que más deseaba («Te digo más»), lo leo siempre en vacaciones porque me hace bien”, contó Gioia, quien además recordó un viejo encuentro con el Negro, en el bar El Cairo, en 1984. “Yo estaba haciendo mi personaje de Porota Mancuso en televisión. Era el otro Cairo, «cuando un mozo pasaba cada media hora ». Se me acercó a elogiarme, y yo aproveché, porque improvisaba mucho, y le pedí que me escribiera algo, y me contestó: «No escribo para televisión, pero sacá lo que quieras de mis libros». Al día siguiente, por su enorme generosidad, se vino con siete libros con sus cuentos y me los entregó. Ese día le pregunté qué me recomendaba para hacer humor y me contestó: «Sólo hace falta observar y callar; subite al taxi y escuchalo, andá a comprar algo y escuchá al vendedor, escuchá a la gente en la calle; en esos lugares están las claves del humor»”.

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