“Para nosotros, los del teatro, es importante regresar a Shakespeare por un momento. Después, volver a hacer nuestras propias cosas dándonos cuenta de que nada de lo que podamos hacer podrá llegar a ser tan bueno. Este sentido de la perspectiva no es desalentador, es una inspiración”.



Peter Brook




viernes, 15 de octubre de 2010

Ensayo sobre la terapia


ESTRENO TEATRO. La actriz rosarina radicada en Buenos Aires Jazmín Rodríguez, habla de la obra teatral “El guía”, que cuenta con la dirección de Horacio Acosta y producción de Carla Peterson, y que se presenta mañana, a partir de las 22, en la sala Arteón

Por Miguel Passarini (publicado en El Ciudadano & la gente, en su edición en papel del 16 de octubre)

Tomando como disparador el contexto de un grupo de terapia, y a partir de una dramaturgia surgida de los propios actores desde sus improvisaciones, llega mañana a Rosario la obra teatral El guía, que se presentará en una única función, a las 22, en la sala Arteón (Sarmiento 778).
La propuesta, con la dirección de Horacio Acosta y las actuaciones de Adrián Fiora, Mario Mahler, Constanza Nacarato y Agustín y Jazmín Rodríguez, cuenta con la producción de la actriz Carla Peterson.
En la obra, según adelanta el parte de prensa, “dos mujeres y dos hombres esperan a alguien que, en efecto, llega. Un juego como un calidoscopio que gira, descomponiendo y reflejando nuevas figuras”.
“Es una comedia sobre un grupo de terapia que en realidad es el marco de la obra. Este grupo está conducido por alguien que no está en sus cabales, porque en realidad cuando uno está mal y busca ayuda, a veces busca mal; de algún modo está planteada la imposibilidad de «desenrollar el ovillo» de estos personajes. Y es importante aclarar que no es una obra acerca de la terapia en sí, sino que es una excusa para contar un poco los problemas que padecen estos seres, porque en la obra hay una especie de «role-playing» (juego de rol) de los personajes”, contó a El Ciudadano la actriz rosarina radicada en Buenos Aires Jazmín Rodríguez, acerca del espectáculo.
De algún modo, la obra conjuga psicoanálisis y teatro, un par dialéctico de larga data. Al respecto, la actriz comentó: “Como dice mi maestro de teatro, Horacio Acosta, que además es el director de la obra, hay muchos argentinos que se psicoanalizan y otros tantos que hacen teatro. Entonces, hay algo en relación con el público, que facilita que uno pueda ver y entender este espectáculo, y al mismo tiempo reírse con lo que le pasa a estos personajes, porque, obviamente, cada uno responde a un estereotipo social, por ejemplo el irascible o el temeroso, en el que cada espectador, seguramente, podrá proyectarse”.
La actriz, que hace unos años se radicó en Buenos Aires y que del mismo modo que arrancó con una carrera televisiva buscó en el teatro su formación artística, sostuvo: “Necesitaba buscar otras cosas, sobre todo en cuanto a la actuación, y creo que empecé a entender un poco todo cuando hace unos años volví a las clases del maestro Miguel Guerberof (quien falleció en mayo de 2007). Todos nosotros, incluso muchos de los que estamos ahora en este proyecto como Carla (Peterson), fuimos sus alumnos, y el nos indicó un camino a seguir, nos unió. Miguel nos mostró que en realidad había que salir del lugar del actor que espera y en ese estado de queja porque no te llaman, y pensar también en la producción, porque a veces esperar que te llamen puede volverse una utopía. Entonces, una de sus grandes enseñanzas, fue la de instalarnos la idea de un actor que debe producir sus espectáculos. Pero estoy hablando de un espectáculo, de algo que contenga una idea de puesta con actores y una dramaturgia. Porque también hay de todo, muchas veces en sus clases, Miguel nos hacía pasar con alguna escena que teníamos armada y nos decía: «Estás muy bien, pero no sé si para cobrarle a alguien los 20 pesos de la entrada»”.
La actriz recordó finalmente que cuando tuvo lugar el estreno de Ceremonia enamorada (sobre textos de Shakespeare), un espectáculo que contó con la dirección de Miguel Guerberof, éste falleció diez días antes. “Fue un momento de mucha desprotección, pero Carla, que siempre va adelante con todo, como ahora, y que es una persona muy comprometida con el trabajo del actor más allá de lo que se pueda conocer de ella por sus trabajos en televisión, se hizo cargo del proyecto y lo sacó adelante. Creo que allí Miguel nos dejó su última gran enseñanza: la de sacar adelante el proyecto a lo que de lugar, como se pueda, pero nunca bajar los brazos”.

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