“Para nosotros, los del teatro, es importante regresar a Shakespeare por un momento. Después, volver a hacer nuestras propias cosas dándonos cuenta de que nada de lo que podamos hacer podrá llegar a ser tan bueno. Este sentido de la perspectiva no es desalentador, es una inspiración”.



Peter Brook




sábado, 7 de agosto de 2010

Un intercambio imprescindible


CICLO DE TEATRO. Desde esta noche y hasta el 29 de agosto, en distintos espacios de la ciudad

El Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia presenta “Santa Fe en escena”, que a lo largo del mes agrupará siete espectáculos producidos recientemente en la capital provincial

Por Miguel Passarini
Una importante delegación de teatristas santafesinos, en muchos casos de vasta trayectoria, desembarcará desde hoy y hasta el 29 de agosto en tres salas locales con una atractiva selección de espectáculos de producción reciente (desde 2008 a la fecha). De este modo, la atractiva muestra, auspiciada por el Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia, cuyas funciones serán con entrada gratuita (ver aparte), agrupará siete espectáculos, con estéticas tanto para adultos como infantiles.
Santa Fe en escena, tal el nombre del ciclo, que tendrá funciones en La Manzana (San Juan 1950), La Morada (San Martín 771) y La Isla de los Inventos (Corrientes y Wheelwright), comenzará esta noche, a partir de las 22, en La Manzana, con una función de Edipo cumple años, la frívola tragedia de un hombre olvidable (Comedia Gótica de Universos Virtuales), del actor, director y docente Adrián Airala, al frente del grupo Safari al África, propuesta de la que el propio Airala es protagonista.
En la obra, Edipo Tálamo, de profesión “localizador de ausentes”, decide festejar su cumpleaños por primera vez en la vida, y ser feliz. Durante semanas planificó una fiesta perfecta. Dos horas antes de la gran reunión descubre que nada será como él esperaba y pone en marcha su plan B. Un gigantesco universo virtual se despliega ante él; los deseos, los sueños, los amores imposibles, los recuerdos, todo al alcance de un “clic”. Sin embargo, Edipo Tálamo ignora que en 2.021 equivocarse dos veces tiene un alto precio.
Respecto de la propuesta, que fusiona la presencia del actor en escena con proyecciones que accionan como diálogos con el protagonista, expresó Airala a la revista teatral Picadero que edita el Instituto Nacional del Teatro: “Jamás estuvo en mis planes versionar la tragedia de Sófocles (Edipo rey), por el contrario, experimenté sobre el vínculo padre-hijo alterando las acciones: el padre suicidándose asesina la posibilidad de felicidad del hijo quien habiendo sido testigo negará aquél hecho mediante el olvido (un modo de arrancarse los ojos)”.
Por su parte, mañana a las 22, en La Morada, se podrá disfrutar de la muy recomendable versión de Una tragedia argentina, del dramaturgo porteño Daniel Dalmaroni, a cargo de la comedia de la Universidad Nacional del Litoral (UNL, producción 2008), estrenada bajo la dirección del entrerriano Lito Senkman, con asistencia de Sergio Abbate, y las actuaciones de Raúl Kreig, Raúl Eusebi, Silvana Montemurri, Lucas Ranzani y Vanina Monasterolo.
Una tragedia argentina es, en ciernes, una comedia de ribetes negrísimos. Una familia argentina tipo (madre, padre, dos hijos) y el hermano del marido, conviven en una claustrofóbica vivienda, en particular en la cocina, donde se desarrolla la acción. Hacinados, el contacto físico es inevitable: se tocan, se rozan, se miran, aparece el deseo. Un anecdótico comentario del cuñado acerca de la anatomía de la dueña de casa no hará más que desatar una andanada de violencia, primero desde el padre hacia su hermano y después de éste hacia su mujer, para no parar hasta el final.
Los hijos también serán de la partida a la hora de traer a la singular cocina algunas “novedades”: el muchacho se confiesa gay y la chica pone a la luz un embarazo de seis meses, fruto de un romance que mantiene con el novio de su hermano.
Sin embargo, en tren de confesiones, la espiral bizarra, feroz e impredecible, continúa hasta abordar ribetes insospechados. En el medio, algunos cuchillos y tijeras provocarán en el otro el dolor suficiente como para que la sangre que tiñe toda la escena al mejor estilo del cine “gore”, busque sacar del cuerpo aquello que los ha llevado a semejante situación de promiscuidad, decadencia y angustia.
En un espacio escénico pequeño, una cocina de impronta realista en la que se disponen una mesa con sillas frente a una mesada con cocina y heladera, las impresiones de lo trágico irán tomando forma en esta inteligente y efectiva versión de Senkman sobre un texto que abreva con humor en los recursos de la tragedia clásica.

La visión de alguien que mira

“Con esta delegación siento que, de algún modo, «exportamos» a la ciudad de Rosario el mejor teatro de producción santafesina reciente, más allá de que en esta selección no hubo un jurado, sino que los espectáculos que se verán en Rosario se presentaron a través de los antecedentes de sus creadores, todos de trayectoria, y en particular, teniendo en cuenta las críticas y las referencias del público, ya que en algunos casos, como pasa por ejemplo con la versión de Una tragedia argentina, de Dalmaroni, que se ofrecerá mañana, hace casi dos años
que realiza funciones dentro y fuera de la ciudad, desde su estreno en el marco de una de las ediciones del Festival Argentino de Teatro que organiza en noviembre de cada año la Universidad Nacional del Litoral desde su área cultural. Del mismo modo, tendrán la posibilidad, aquellos que no los conozcan, de ver en escena a grandes actores locales como es el caso de, entre otros, Adrián Airala y Raúl Kreig”, relató a El Ciudadano el crítico teatral santafesino Roberto Schneider (El Litoral).
El actual presidente del Círculo de Críticos de las Artes Escénicas de la Argentina (Critea) también dio su particular visión acerca del arte teatral en el mundo contemporáneo: “Lo específico del teatro es participar de una zona de lo sagrado, en la que no puede incursionar ninguna otra disciplina artística. El lugar donde finalmente sucede el hecho dramático es la mente del espectador, allí se transforma en vivencia”, al tiempo que agregó: “El espectador se siente, en cierta forma, testigo de lo que ocurre y esa vivencia pasa a formar parte de su experiencia de vida. El dramaturgo oficia con su obra como disparador. Escribe algo que está en el aire y que atrae su interés personal. Pero, si es portador de la cultura de su propia sociedad, va a coincidir necesariamente con el interés de otros. Del mismo modo, directores,
actores y técnicos conforman un campo de creación que posibilita una síntesis del quehacer teatral, si tenemos en cuenta que el teatro es una disciplina artística sintetizadora de las otras manifestaciones del arte”.
Finalmente, en otro momento de la charla, el crítico consideró: “El ciclo que comienza esta noche se llama Santa Fe en escena; para mí eso es más que un nombre porque implica algo más amplio que una delegación de mi ciudad que viaja a Rosario. Entiendo que el ciclo debería continuar el resto del año, a modo de intercambio, con propuestas que lleguen a Santa Fe desde Rosario e incluso a otras ciudades o localidades de la provincia, para confirmar lo que en algún momento se llamó «autopista cultural», y como un modo de cruzar el teatro de ambas ciudades entre sí y con otras, que en los dos casos es tan amplio, tan diverso y tanta calidad”.

Las que se vienen

También serán de la partida los próximos fines de semana, siempre con entrada gratuita, los espectáculos Al fin, de Mary Delgado, por el grupo Abima (viernes 13, a las 22, en La Manzana); Estaba en casa y esperaba que llegara la lluvia, del ahora de moda autor francés Jean Luc Lagarce, por el grupo Teatro Taller, con dirección de Julio Beltzer (sábado 21, a las 22, en La Morada) y Máquina empachada, a cargo del reconocido grupo de teatro infantil La Gorda Azul, que cuenta con la dirección de Ulises Bechis (domingo 22, a las 17, en la Isla de los Inventos).
Otras propuestas santafesinas que se verán en Rosario serán La chatita empantanada, del histórico Grupo Teatro Llanura, en esta ocasión con dramaturgia y dirección de Sandra Franzen (viernes 27, a las 22, en La Manzana) y Los claúnsicos, del grupo La Tramoya, espectáculos para toda la familia con dirección de Fernando González (domingo 29, a las 17, en la Isla de los Inventos).

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