TEATRO EN GIRA. La cordobesa radicada en Buenos Aires Florencia Bergallo dirige a Javier Pedersoli, Lola Lagos y Victoria Roland en “Durmientes”, que se presenta este domingo, a partir de las 21.30, en Espacio Madma, de Balcarce al 800
Lola Lagos, Victoria Roland y Javier Pedersoli, los actores de “Durmientes”. |
Por Miguel Passarini (Publicado en El Ciudadano & la gente, en su edición en papel del viernes 19 de abril de 2013)
Con la intención de producir un texto que revitalice el sentido de la
presencia de personajes en una obra de teatro, sobre todo en el
contexto de una producción teatral independiente que se vio avasallada
por la problemática y el modo de contarlas pero que, en algunos casos,
despersonalizó sus conflictos, la actriz, dramaturga y directora
cordobesa radicada en Buenos Aires Florencia Bergallo estrenó
Durmientes, obra que muestra cómo un hombre a punto de ser desalojado se
convierte en ocupa en su propia casa, al tiempo que dos mujeres son
invitadas para fundar, junto a él, una nueva forma de vida “en
comunidad”.
Durmientes, que cuenta con las actuaciones de Javier Pedersoli, Lola
Lagos y Victoria Roland, se presentará el domingo, a las 21.30, en
Espacio Madma (Balcarce 837), en una única función.
“Llegamos a Rosario en el marco de una gira interprovincial que
terminará, por el momento, en Jujuy, y que concretamos a través del
Instituto Nacional del Teatro (INT)”, adelantó la actriz y directora
Florencia Bergallo, de vasta trayectoria en su Córdoba natal y fundadora
del recordado grupo Cero Punto Ellas, quien agregó: “Es una obra que se
concretó en base a improvisaciones que partieron de la idea de contar
una historia que tuviese que ver, entre otras cosas, con el concepto de
trabajar sobre personajes; en este sentido, la obra tiene presente al
público, porque hay mucha intención puesta en la espesura de esos
personajes que acercan la problemática al espectador”.
Respecto de esta variable, Bergallo detalló: “La idea del trabajo con
los personajes aparece porque, en parte, el teatro independiente que
estábamos viendo, marcado sobre todo por la problemática de la
disfuncionalidad familiar, estaba tapando o atomizando la autonomía y la
complejidad de los personajes. De algún modo, algo de esta obra intenta
reivindicar o recuperar y hasta quizás salvar a los personajes de las
obras que estaban un poco olvidados en el contexto o las situaciones que
se narraban. A partir de allí, planteamos una discusión con esa
problemática”.
Con relación al orden temático planteado por la obra, la dramaturga y
directora reflexionó: “Durmientes muestra a un grupo de jóvenes; el
personaje principal se llama Mariano y es el heredero de un pasado
aristocrático completamente venido a menos porque está habitando su casa
pero como si fuera un «ocupa», porque ya no es suya, y es el momento en
el que va a ser desalojado”. Y agregó: “Lo que intenta Mariano es
sostener hasta último momento sus ideas, sus convicciones, y para eso se
remite constantemente al pasado de gloria, y por esto mismo trata de
adoctrinar a dos mujeres. Una con la que vive, Andrea, que podría
entenderse como su pareja aunque ella está con otros hombres, hasta que
una noche, invita a su casa a dormir a Jésica, una peluquera, una chica
más normal o más común que ellos, con un hijo, que nada tiene que ver
con cierta intelectualidad que destaca a los otros personajes. Esta
mujer, que les plantea cosas muy comunes o cotidianas a ambos, es quien
finalmente los pone en jaque”.
Según adelanta la misma directora, Durmientes surgió del interés
compartido con sus actores de crear tres personajes muy diferentes entre
sí que poseyeran un “cuerpo social, un cuerpo afectivo” y un discurso
ideológico con todas sus contradicciones. “Ellos exponen sus ideas, muy
diferentes y contradictorias, siempre están a la defensiva. Y si bien no
es una obra de ideas, es interesante lo que se propone porque todo
parte de las ideologías de los personajes y de la necesidad de
convivencia que se les presenta; aquello que a primera vista parece
imposible, con el tiempo, va mostrando esos pequeños lugares que muchas
veces permiten que nos relacionemos con el otro aunque piense distinto”.
Finalmente, la actriz y directora que nació en la ciudad de Córdoba
en 1978, donde vivió hasta 2007, y donde obtuvo el título de Licenciada
en Teatro de la Universidad Nacional de Córdoba, habló del cliché como
motor de un diálogo hacia el afuera. “Durmientes es una obra que dialoga
con los clichés, con esos lugares que desde los discursos de algunas
personajes escuchamos reivindicar, como por ejemplo este hombre que
culpa a las mujeres por el capitalismo, por su devoción por al consumo, o
estas mujeres que, cada una a su modo, asiente o disiente con los
planteos de un hombre muy particular y al mismo tiempo conocido para
todos. Volviendo al cliché, la obra también dialoga con la telenovela
como género, por esto de que los personajes exponen lo que sientan o
piensan superpuesto a una trama que, más allá del planteo, es muy
simple”.
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