“Para nosotros, los del teatro, es importante regresar a Shakespeare por un momento. Después, volver a hacer nuestras propias cosas dándonos cuenta de que nada de lo que podamos hacer podrá llegar a ser tan bueno. Este sentido de la perspectiva no es desalentador, es una inspiración”.



Peter Brook




miércoles, 14 de diciembre de 2011

Historia breve rosarina




ESTRENO PREMIADO. La actriz Elena Guillén habla del cortometraje “Cuatromil”, su debut en la dirección cinematográfica, que cuenta con las actuaciones de, entre otros, Raúl Santángelo, Agustina Guirado y Mirko Buchín, y que se podrá ver desde mañana y hasta el domingo, a las 20.30, en El Cairo, de Santa Fe al 1100


Por Miguel Passarini (Publicado en El Ciudadano & la gente, en su edición en papel del miércoles 14 de diciembre de 2011)
La carrera artística de Elena Guillén está teñida de algunos momentos marcados por giros importantes. Hace unos años, en 2007, la actriz, conocida en el medio por su clown y alter ego Budineta Borgoña, dejaba temporalmente de lado ése personaje para cargarse uno un poco más pesado: de la mano del actor y director Ricardo Arias (Punto 0 Teatro), Guillén daba carnadura a Como la Gioconda, un unipersonal singular, con mucho tiempo de ensayo, en el que realidad y ficción mostraban a una mujer obligada a contar su propia historia para poder sobrevivir. Se trataba de una mujer frente a los sucesos de su vida intentado justificar fracasos, desilusiones, engaños y cobardías.
Poco tiempo después de ese entrañable (y por momentos doloroso) personaje, Guillén era convocada para participar de una película. Precisamente, fue su paso por el rodaje de Días de mayo, último largometraje del rosarino Gustavo Postiglione estrenado en 2009, donde interpretó a una madre de familia en tiempos del Rosariazo de 1969, lo que la acercó al mundo del cine pero desde adentro. “Me puse a estudiar cine en forma autodidacta, a leer mucho, me apasioné; y entendí que para que exista una buena película tiene que haber un buen guión, y entonces me puse a escribir”, relata Guillén sobre el proceso que, finalmente, la llevó a participar del concurso del Programa Estímulo a la Producción de Bienes Culturales del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia, donde resultó ganadora en el apartado cortometraje junto con otros dos trabajos.
Cuatromil, tal el nombre del material premiado dentro de Espacio Santafesino 2011, es un corto de 13 minutos que se conocerá mañana, a las 20.30, en el Cine Público El Cairo (Santa Fe 1120), donde seguirá en cartel hasta el domingo inclusive. “Es un cortometraje de ficción que dura 13 minutos, o quizás un poco más, y que va a compartir pantalla con El guionista, otro corto rosarino de ficción, y Viaje a la tierra del quebracho, un corto de animación de la ciudad de Santa Fe (ver aparte). Los tres cortos ganaron, en abril de este año, un premio para ser producidos y así programé el rodaje, que fue en invierno. Cuatromil tiene guión y dirección míos, y la historia está ambientada en Rosario, en un departamento de un gran edificio, donde vive una joven que, sin esperarlo, recibe la visita de su padre que aparece en su casa una mañana sin avisar. Ese encuentro, de ribetes un poco forzados, tiene ciertos elementos que hacen que la historia cambie radicalmente para ambos personajes, al menos la de ése día”, adelantó Guillén acerca de la historia de Cuatromil, cuya breve sinopsis detalla, además, que Antonio es un hombre apremiado por un conflicto que debe resolver antes del día siguiente, y para lo cual recurre a su hija, que vive desde hace años en la gran ciudad. Y continúa: “El encuentro sólo evidencia la distancia que se ha ido estableciendo entre ambas vidas, pero un hecho inesperado cambia el destino de los protagonistas”.
Sobe el film, que cuenta con las actuaciones de los rosarinos Raúl Santángelo, Agustina Guirado, Mirko Buchín, Carlos Chiapero y Adela Borella, la directora expresó: “Es una gran alegría que los cortos estén en cartel por cuatro días, es algo infrecuente para las producciones locales que por lo general tienen una sola pasada y sobre todo si son cortometrajes”.
El importante staff de Cuatromil, film que cuenta con una breve intervención del actor y clown Salvador Trapani, se completa, entre otros rubros, con la asistencia de dirección de actores de Carla Saccani, cámara y dirección de fotografía de Pablo Romano, sonido y edición de Ernesto Figge y vestuario y maquillaje de Ramiro Sorrequieta.
Guillén, quien planea rodar un par más de cortos aunque ya está escribiendo el guión de un primer largometraje, siempre “pensando en los actores”, y que recientemente estrenó en teatro Las hijas del rey Lear, también dirigida por Ricardo Arias, reflexionó: “Además de producir, fue un año de gran aprendizaje, porque trabajé con gente que hace cine desde hace más de 20 años. En un momento les dije a todos: «Desde Primer Grado, donde aprendí a leer y a escribir, que no aprendía tanto como ahora»”.
Respecto de su acercamiento al mundo del cine, Guillén reflexionó: “Hace cuatro años trabajé como actriz en Días de mayo, la película de Gustavo Postiglione, y fue una experiencia muy gratificante y seductora. Eso me llevó a estudiar cine en forma autodidacta y a tomar algunos cursos en Rosario. Llegué a la conclusión de que una buena película, antes que otra cosa, debe tener un buen guión, y así empecé a producirlos. Luego surgió el concurso y allí no sólo premiaron el guión sino todo el proyecto, aunque sigo pensando que en el cine, la pata fundante, es el guión”.
Con relación al deseo de hacer cine en Rosario, una tarea compleja por factores ligados a la producción, la actriz y directora expresó: “Quiero hacer cine en Rosario porque quiero ver actuar a ciertos actores locales. Muchas veces siento, cuando veo una obra teatral local o comparto el escenario con algunos compañeros, todo lo que la gente se pierde de lo que ése actor o actriz tiene para mostrar. Fue así que empecé a sentir la necesidad del registro, porque el teatro es un arte efímero, el teatro es cuando uno está, y si uno no está presente, no se conoce esa potencia, se la pierde. Y me pasa lo mismo con la danza. Por ejemplo: recientemente vi el documental Pina (de Wim Wenders, sobre la coreógrafa alemana Pina Bausch, quien murió en 2009), y pensé que era una suerte que alguien haya podido registrar con esa calidad a esos bailarines y su mundo”.
Volviendo a la elección de actores rosarinos para su película y acerca de la potencialidad de la narración, Guillén profundizó: “Me gustan mucho los actores rosarinos porque los conozco, y me gusta mucho la ficción, narrar; estoy convencida de que los relatos de ficción nos amparan en nuestra existencia, nos unen. A través de la literatura, el teatro y el cine, los relatos, nos unen más allá de las ideologías. Siempre nos pasa que uno se identifica en un gesto, en un instante, en un momento de cualquier relato de ficción, y eso hace que uno esté menos solo en el mundo. Y la posibilidad de llevar un relato al cine es la de poder poner ese relato frente a un lenguaje extremadamente potente y rico, potenciarlo”.
Finalmente, Guillén reflexionó acerca de dónde profundiza la mirada un actor cuando dirige: “Hay una dedicación especial en las actuaciones, pero además, creo que pensé mucho en qué actores podían ser esos personajes y estoy muy contenta con los resultados, porque escribí pensando en ellos. Siento que si bien el del cine es un lenguaje muy complejo, y para establecerlo hay que tener en cuenta muchas variables, algo que se termina de entender en la etapa de edición porque allí confluye todo, el actor es el que nos presta su cuerpo para estar ahí y hay que cuidarlo mucho. En ese sentido, tanto desde lo personal como desde la producción, contemplamos
mucho eso, porque yo, ante todo, soy actriz. Los actores son los que esperan mucho ante de cada toma, y cuando se prende la cámara, y se dice «acción», toda esa gente que está alrededor, todos los técnicos, entran en un gran silencio y el que se expone es el actor. Desde ese lugar, si lo pienso, creo que el hecho de ser una actriz que ahora dirige cine, aporta un sello mío, personal”.


Una comedia dramática local, y una animación que llega desde Santa Fe

En el marco de los estrenos de los cortometrajes ganadores de Espacio Santafesino 2011, también se podrán ver, además de Cuatromil, de Elena Guillén, El guionista, una comedia dramática producida en Rosario con dirección de Lisandro Notario, y Viaje a la tierra del quebracho, una animación que llega desde la ciudad de Santa Fe, y que lleva la firma de Manuel Quiñones, al frente de un importante equipo de animadores.
El guionista, cuya duración no supera los 10 minutos, se pregunta ¿qué pasa si uno se enamora de un personaje de ficción? Germán es el guionista de una novela juvenil de televisión y se enamora de Mara, su personaje protagónico, pero detesta a Liza, la actriz que lo interpreta. Este amor impulsa a Germán a tomar decisiones que podrían cambiar su destino.
Con dirección del referido Notario, el corto cuenta con las actuaciones de los rosarinos Miguel Bosco, Brunella Margutti, Atilio Basaldella y Emanuel Gardini.
Por su parte, la animación Viaje a la tierra del quebracho, de algo más de 11 minutos, muestra a un chico que es convocado al pasado a través de un mítico personaje de un pueblo oprimido, donde una empresa forestal explota trabajadores y montes por igual. En su particular odisea, será testigo de sucesos que los identificarán con la historia de distintos pueblos que son uno solo. La dirección pertenece al referido Quiñones, quien además estuvo a cargo de las animaciones junto con Ariana Beilis, Lisandro Schurjin, Manuel Allende y Valentín Gatti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario